lunes, 28 de octubre de 2019

41+3

41 semanas y 3 días.
Eso fue lo que duró mi embarazo.
En general lo llevé bastante bien; no tuve nauseas ni un día (bueno, unos días si, pero fue por la gastroenteritis que me pilló a los 6 meses de embarazo). Eso si, una anemia de caballo con algún que otro mareo y un hipotiroidismo que me hizo hincharme bastante más.
Pero en general, bien.
Lo peor del embarazo me lo llevé el ultimo mes/mes y medio. Julio. Yo con un barrigón enorme (tenia mas liquido amniótico de la cuenta, por lo que parecía que iba a explotar) y con 40 graditos casi a diario.
He sido cocinera durante muchos años, y casi todos los veranos me los he pasado trabajando en cocinas, y se pasa mucho calor. PERO OS PUEDO ASEGURAR QUE NADA COMPARADO CON EL EMBARAZO. Quería morirme.No he sudado más en mi vida.
A todo esto, yo empecé con contracciones ya fuertes (porque las de Braxon Hicks me las comí casi desde el primer mes) a los 6 meses y medio, y a mas se acercaba la fecha, pues mas fuertes se volvían, sobre todo cuando hacia algún esfuerzo o cuando no bebía mucha agua.
El ultimo mes me lo tiré con unas contracciones horribles, ya el chico no tenia mucho espacio en mi barrigota y casi no se movía, y yo me ponía de los nervios porque en las clases de preparación al parto (os recomiendo que vayáis) te insisten en que si no notas al bebé durante más de 4 horas (mas o menos, también si por las mañanas no suele moverse, pues oye...estará de siesta) que vayas a urgencias. El mio quería jarana de noche, el día se lo tiraba tranquilito, pero después de cenar, se ponía a dar volteretas en mi barriga (y a mi me hacia cosquillas). Y yo cuando vi que cené, me senté tranquila en el sofá y el niño no se movía...me empecé  a poner nerviosa. Claro, desde la semana 20 (mes 5) moviéndose cada noche, todo como un ritual, y de pronto llega una noche que no se mueve, y ya se empiezan a remover las tripas. Y ahí va una al chocolate. Un trocito de chocolate y a tumbarse de lado para que el azúcar le llegue antes. Y no se mueve.Y ahora una ducha para relajarte. Y yo ya de los nervios preparándome para ir a urgencias y con la cabeza en ebullición porque se te pasa de todo en segundos. Y en esto que se me sienta en gato al lado (le encantaba mi barriga) y empieza a ronronear. Y va el niño y se mueve. Y respiré.
Total que ya cogí el ritual del ronroneo como técnica para que el chico se moviera, pero no funcionaba siempre. Y en el ultimo mes creo que pasé mas tiempo en urgencias que en mi casa (a ver, no solo porque no se movía, si no por que te mareas, porque sueltas liquido, porque tal...).

Se suponía que la fecha prevista de parto era el 2 de agosto, pero claro, Izan estaba muy tranquilito y muy calentito dentro de la barriga de su madre como para salir al mundo exterior que no suele ser muy agradable.
Y ya lo tuvieron que sacar porque en la ultima revisión (el día 7 de agosto) el chico estaba tan revoleado que a la ginecóloga le entró la risa y me dijo, mira, no te vas a poner de parto y ya han pasado unos días, vamos a provocartelo. Pues vamos (aunque la verdad es que estaba muerta de miedo y se me notaba).
Una vez que ingresas, analitica completa, y una especie de tampón con un liquido para ver si te empieza el parto.
Nanai.
Y ya empezaron con la oxitocina en vena.
Y ay madre!!!! 40 horas. 40 HORAS DE PARTO. No sabia que era tan sumamente fuerte. Madre moa que manera de aguantar el dolor. Soy toda una valiente. Como yo escuche que las mujeres somos el sexo débil.... ay!!!!
Y cuando ya estás que no puedes más, que solo quieres dormir (40 horas sin comer nada solido, solo agua y acuarius, sin dormir del dolor, con 3 pinchazos de la epidural sin que hiciera mas efecto que el dormirte las piernas), te toca empujar. Y aunque ya sabes que es el final, no puedes más. Bueno, yo por lo menos de verdad que no podía mas. No he estado tan agotada en mi vida.
Pero de pronto, te ponen una personita perfecta encima tuya. Y entonces...ahí está. Ese pedacito de tu ser, ese ser tan pequeñito, tan perfecto...encima tuya. Buscando tu teta para poder alimentarse.
Y madre mia, que sensación. Que momento mas.... único.
Que momento para quedarse sin palabras y disfrutar de lo que siempre había deseado. Ser mamá. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario